Yoga durante el embarazo
La Yoga, durante el embarazo produce enormes beneficios físicos y psicológicos, ya que, por un lado aumenta la flexibilidad y el buen estado corporal, y por otro, ayuda a conectar mentalmente con el propio cuerpo.
El hacer yoga puede ayudar a que la mujer embarazada tome confianza en su cuerpo y le permita sentirse más segura y preparada para afrontar el parto, tanto por la conexión que logra, mediante la práctica, con su cuerpo y el de su hijo, como por la evidente mejora de su elasticidad, fuerza y resistencia.
La Yoga es un puente y un nexo que nos une a nosotros mismos, un vehículo de salud y de introspección, que aporta paz y reconocimiento de las sensaciones. Para las embarazadas, la búsqueda y la consecución del bienestar físico y mental es especialmente importante, pues ellas se preparan para cambios enormes y desgastes físicos, pero también a un crecimiento profundo que las hace más fuertes.
La práctica de yoga durante el embarazo permite ser más consciente de los cambios corporales y emocionales, sintiéndolos con plenitud vivencial y comprendiendo lo que nos sucede, ya que sobre todo nos ayuda a sentirnos conectadas con el cuerpo. La relajación del yoga, además, aumenta la flexibilidad, haciendo más soportables las tensiones físicas de músculos y articulaciones.
Practicar yoga en el embarazo debe realizarse siempre con el asesoramiento de un experto que nos enseñe asanas, pranayana y ejercicios de relajación adecuados para cada momento de la gestación. Ademas de visitar periódicamente a su Ginecóloga(o) para su control prenatal. Aprender a respirar correctamente y mantener la musculatura fuerte son algunos de los objetivos del yoga, un deporte ideal para embarazadas que además, según un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.), también reduce los síntomas depresivos durante la gestación fruto del baile de hormonas que sufre la mujer, por lo que lo recomiendan los Ginecólogos en Guadalajara.