El virus del papiloma humano (VPH) es un virus de transmisión sexual, que se transmite por contacto genital (como el contacto sexual vaginal y anal). También se transmite por contacto cutáneo (piel). Como mínimo, un 50% de las personas que han tenido relaciones sexuales se infectará con el VPH en algún momento de su vida.
El VPH no es un virus nuevo, pero mucha gente no lo conoce. La mayoría de las personas que contrae el virus no presenta síntomas. El VPH puede desaparecer solo, sin causar ningún trastorno de salud.
Cualquiera que alguna vez haya tenido contacto genital con otra persona puede estar infectado con el VPH. Tanto hombres como mujeres pueden contraer el virus —y contagiarlo— sin saberlo. Como es probable que no se observe ningún signo de la infección, una persona podría estar infectada con el VPH aunque hayan pasado años desde la última vez que tuvo relaciones sexuales. Usted tiene más probabilidades de infectarse con el VPH si:
• tuvo relaciones sexuales cuando todavía era muy joven,
• tiene muchas parejas sexuales, o
• tiene una pareja sexual que ha tenido muchas parejas.
Hay más de 100 tipos diferentes del VPH y no todos ellos ocasionan problemas de salud. Algunos tipos del VPH pueden causar problemas como las verrugas genitales. Otros tipos también pueden causar cáncer del cuello uterino, la vagina, la vulva o el ano. La mayoría de estas enfermedades son causadas por los tipos 6, 11, 16 o 18.
No existe una cura para el virus del papiloma humano (VPH) en sí mismo, pero sí existen tratamientos para los trastornos de salud que el VPH puede causar, tales como verrugas genitales, cambios en el cuello del útero y cáncer cervicouterino.
Existen muchas opciones de tratamiento para las verrugas genitales. Sin embargo, incluso después del tratamiento de las verrugas, es posible que el virus siga presente y se transmita a otros. Si las verrugas genitales no se tratan podrían irse, permanecer igual, o aumentar en tamaño o número, pero no se convertirán en cáncer.
Los Ginecólogos en Guadalajara consideran que todas las mujeres deben hacerse pruebas de Papanicolaou periódicamente. La prueba de Papanicolaou examina los cambios en las células que causa el VPH y puede detectarlos en forma temprana. De esta forma, es posible tratar el cuello del útero antes de que las células se vuelvan cancerosas. Esta prueba también puede detectar el cáncer en sus fases iniciales, lo que permite su tratamiento antes de que se agrave. Es poco frecuente que el cáncer cervicouterino provoque la muerte si la enfermedad se detecta al comienzo.