Hipertensión durante el embarazo

Los Ginecólogos en Guadalajara consideran que la mujer embarazada tiene hipertensión durante el embarazo cuando su tensión diastólica es superior a 90-100 mm Hg y su tensión sistólica es superior a 140- 160 mm Hg.

En la aparición de este trastorno influye en primer lugar la cantidad de sangre que bombea el corazón y el tamaño y estado de las arterias. También influyen otros factores. Así, es más frecuente en personas obesas o que abusan de la sal, consumidores habituales de alcohol y quienes están sometidos a una situación de estrés permanente.

Diagnóstico

Se hace después de haber tomado varias veces la tensión arterial, y raras veces mediante análisis de sangre y orina.

Tratamiento

Su Ginecóloga(o) toma la tensión a la mujer embarazada en cada una de las visitas. Si es alta, le recomendará reducir la sal en las comidas, hacer una dieta saludable, realizar ejercicio físico moderado, y si fuera necesario, tomar un tratamiento farmacológico.

Síntomas

La tensión alta puede provocar cansancio, cefaleas, cambios en la visión, confusión, ansiedad, vómitos, transpiración excesiva, alteraciones en el color de la piel (palidez o enrojecimiento), dolor en el pecho, etc. En los casos más graves, puede ocasionar también hemorragia nasal, palpitaciones y zumbidos o ruidos en los oídos.

Consecuencias

La hipertensión no controlada predispone a sufrir graves complicaciones. Durante la gestación puede causar preeclampsia, y fuera de ella, enfermedades del corazón, los riñones, el cerebro y los vasos sanguíneos. Si durante la gestación persiste pese al tratamiento, el obstetra decidirá si el embarazo puede continuar hasta el final o hay que provocar el parto antes de tiempo.

La hipertensión también afecta al futuro bebé: se ha comprobado que los hijos de las mujeres que tuvieron tensión alta durante el embarazo pesan menos y pueden tener presiones arteriales más altas que los niños de mujeres que tuvieron tensión normal durante el embarazo.